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La apicultura urbana no es exactamente una moda nueva. Tampoco una invención de un grupo de frikis urbanos modernos y algo radicales, sino la continuación de una colaboración milenaria entre el hombre y las abejas.
Muchas son las ciudades que están transitando este camino: París, Londres, Berlín, Oslo… La idea de coexistencia entre las personas y las abejas en las ciudades no es una invención nueva.
La apicultura urbana ha pasado de ser considerada un deporte de riesgo, a convertirse en una corriente tan dominante que los hoteles, las embajadas y muchos edificios oficiales de las ciudades están deseando instalar unas pocas colmenas en sus propiedades.
Aun así, a muchos todavía les resulta difícil darse cuenta de que las abejas y las personas pueden vivir en armonía. Las ciudades se llenan con asfalto y césped sin flores silvestres. Pero las abejas, las ciudades y las personas están destinadas a entenderse.
En primer lugar: a las personas les gusta las ciudades exuberantes que están llenas de flores durante todo el año, y las abejas realmente lo aprecian. El ciruelo japonés (prunus pisardi), un signo de la primavera en Zaragoza favorito para los usuarios de parques y propietarios de jardines, es igualmente apreciado por las abejas hambrientas tan pronto como se despiertan de su obligado descanso invernal.
A las abejas urbanas les va bien con los árboles florecidos del parque y con los macizos de flores. Le pediremos al vecino que corte el césped con menos frecuencia para que el trébol florezca, y publicaremos un mensaje feliz en Facebook cuando los magnolios florezcan en el parque José Antonio Labordeta y todas las copas de los árboles zumben con el incesante aleteo de las abejas.
Todo esto implica a su vez contemplar el paisaje de las ciudades de una manera más amigable con los insectos: propiciar la existencia de más flores en nuestros balcones, un poco más de trébol en el césped y un poco menos de pesticidas. Pequeñas acciones pueden, sin duda, tener un “efecto mariposa”.
Desde nuestra Asociación lanzamos la iniciativa ¡Zaragoza Zzzumba! como una campaña para promover:
- La plantación de especies florales amigables con las abejas en jardines, balcones y azoteas por parte de la ciudadanía
- Impulsar con el Ayuntamiento la plantación de árboles, arbustos y flores melíferas en parques y jardines.
- Embellecer con este tipo de flores algunos alcorques de árboles
- Materializar la creación de un corredor floral para deleite de ciudadanos y polinizadores en el Parque del Agua emulando los corredores de Londres (11 km) y Oslo (15 km), entre otros
- Realizar un censo de colonias urbanas que no representen peligro para la ciudadanía de Zaragoza y trasladar el resto a un apiario ecológico y seguro.
- Trabajar con la Universidad de Zaragoza en la recuperación de la abeja autóctona así como en la descripción de las distintas especies de polinizadores que encuentran su hábitat en nuestra ciudad.
- Realizar una campaña de sensibilización el día 20 de mayo (Día mundial de las abejas) con el apoyo de entidades locales públicas y privadas.
- Adaptar la normativa legal vigente sobre las abejas a la nueva sensibilidad medioambiental para poder colocar algunas colmenas en edificios emblemáticos de la ciudad. Dado que las abejas son excelentes bioindicadores esta será la mejor manera de conocer el estado de salud de Zaragoza.
¡ZARAGOZA Zzzumba!
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